domingo, 10 de agosto de 2008

13mg de sueño® por intravenosa

En la antigüedad (y seguramente estoy hablando de los tiempos de Aristóteles o de alguno de sus secuaces) a las actuales arterias carótidas* se las denominaba "arterias somníferas", pues existía la creencia —algunos la juzgarán un poco fantasiosa, lo sé— de que por ellas viajaban las sustancias o los espíritus capaces de provocar el sueño.
En algún momento de la historia, desconozco cuándo, se optó por el nombre de "arterias carótidas" que hoy se sigue utilizando. Por simple curiosidad, y como para hacer un poco más colorido este post con la raíz del nombre actual, decidí investigar la etimología de "carótida". Imagínense mi sorpresa cuando descubrí que, en plena era de neurotransmisores y teorías complejísimas para explicar los procesos del sueño —y después de hartos congresos internacionales de Anatomía para fijar nombres liberados de romanticismo—, ¡"karós" es el griego para "modorra" o "sueño"!

*que son, querido lector desconocedor, esas arterias que van por el cuello, llevándole sangre oxigenada al cerebro; por ésas por las que en las películas de samurais, cuando a uno le hacen un corte en el cuello, le empieza a salir la sangre a chorros y chorros, hasta que se muere porque se le fue toda la sangre a chorros por la carótida que es esa arteria que está en el cuello, pero me voy de tema...

2 comentarios:

Denzel dijo...

bueno, el nombre tiene sentido si pensás en que cuando te aprietan el cuello x esa zona, te desmayás, te "dormís"... o no? =P

Elizalde dijo...

Lo que acabás de decir es un excelente ejemplo de hipótesis "ad hoc". Son las hipótesis que apoyan a una teoría justiiiito en el momento en que se les encontró la falla.
Puede ser, de todas formas, aunque va en sentido completamente contrario a la antigua suposición.